A pocas horas de celebrar la Natividad, y con los ajetreos propios de esta fecha, la mayoría de personas se siente desesperada por el escaso tiempo que les queda para hacer las compras respectivas. En las calles se ven muchisimos más niños de los que usualmente mendigan por estas calles de la furia, y claro, es en estos días que muchas personas se sienten tocados en su bondad. Así que comienzan a repartir algo de dinero a esos niños que son enviados como comandos de asalto adiestrados por sus padres en el oficio de mendigar.
Se oye además, por casi todos los altavoces, los incansables, vigorosos y eternos villancicos como música de fondo en toda tienda o almacén que aspire a vender todo lo que tiene, y lo que no, también. Así como la mayoría de personas nos enrostra su "felicidad"-confieso que ¿afortunadamente? mi cada vez lejana euforia inicial se está evaporizando- haciéndonos sentir culpable de no pertenecer a esa legión de excitados de felicidad, he decidido colaborar con un nuevo repertorio de villancicos de corte un poco más vanguardista e innovador.
Así que para empezar, este tema ...........
Para los que aún creen en Santa Claus, el reno Rudolf y en la cena de medianoche, pues tomen esto, malditos ......