lunes, 1 de febrero de 2010

GO HOME, MARTIN

Luego de compartir durante un mes la integridad total de su cama, haber saboreado las delicias y amargores de la convivencia, apreciado lo diáfano de nuestros sentimientos, y por sobretodo, sentir la fusión de nuestros cuerpos cada noche y con repetición por las mañanas. Esas son las cosas que extrañaré con melancolía, pues las vacaciones terminaron.

Debido a que la felicidad era aclamada durante casi todas las horas donde se suponía debíamos entregarnos a los brazos de Morfeo y haciendo gala de mi sacrilegio al dios del sueño, decidíamos sentir nuestras respiraciones al unisono. Desafortunadamente esto implicaba cierto sacrificio y era que a las mañanas ambos moríamos de sueño, haciendo notar nuestra escasez de horas de sueño.

Es por eso que decidimos continuar juntos con esta relación pero desde nuestros propias moradas. La verdad, siempre lo pensé así, una relación "a la europea", cada quien en su propio recinto, su propio mundo. Simple.

Pero la práctica cuestiona la teoría.

Así que empiezo una nueva vida otra vez. Pero esta vez hay alguien estará invocando mi presencia, notando mi ausencia, que soy útil, y eso me hace sentir bien.

I'm coming home, but where is my home???? ...... I miss you.