lunes, 23 de marzo de 2009

CLASICO ES ODIARTE

Ayer se celebró un encuentro más entre "los compadres" -dícese así a los dos clubes más representativos de este pueblo llamado Perú, Universitario y Alianza Lima- o también llamado "el clásico del fútbol peruano". La publicidad en los medios de idiotisación -algunos lo llaman comunicación- fue intensa, con declaraciones de los juergadores de ambos bandos llamando practicamente a la tercera guerra mundial, con unos comentaristas alucinados en ser los illuminatis de la pelota. 

Esa es algo que causa incredulidad en mi ser; oír especialistas del fulbo diciendo lo que deben hacer y quienes deben estar en el campo de juego; cuando ninguno de estos remedos de narradores de fulbo ha jugado en forma profesional o en alguna competencia que no sea ese deporte que se juega a punta de vasos con cerveza, y por sobretodo, llenos a rabiar. Y claro -luego del partido- alegría para unos, lágrimas para otros, e indiferencia para muchos de nosotros que pensamos más importante es el vuelo de una mosca en reversa que los goles de Orinoco, un sujeto que nadie lo conoce, ni yo tampoco.

Todo estaría bien, al final son las neuronas y los bolsillos los afectados por el practicamente ahuevamiento mental que genera ver fulbo nacional. Hasta allí todo bien. Pero cuando los ciudadanos decentes desafortunadamente tenemos el infortunio de cruzamos con estos enviados de Satanás en su camino al estadio, solo imploramos que el diluvio universal regrese pronto y elimine mucho material inservible (seudo humanos) y es que el planeta no merece ser obligado a albergar tanto desadaptado y delincuente que fungen de barrista. Por eso, anhelo conseguir la membresía a la Federación Deportiva de Matagente (FDM), del cual estoy seguro sería su deportista más galardonado y consagrado.

Diosito, si existes, envíame un par de AK-47, diez mil balas, quinientos kilos de C4, y una carta de inmunidad diplomática con carácter celestial y divino. Después de eso, dejalo todo en mis manos.