viernes, 20 de marzo de 2009

RESPIRANDO NUEVAMENTE

Luego de enterarme del secreto a voces de la propia protagonista, la ex vedette Eva María Abad; decidí abandonar el ostracismo al que me había sometido de buena voluntad. No podía estar ajeno a semejante revelación.  

Contó la charapita Eva María el cómo se envició con las drogas, su paso por las Suites de Barranco, ejerciendo el oficio más lúdico -algunos dicen es el más antiguo- en esta ciudad aburrida y gris. Si hubiese sabido que solo cobraba $400 dolares, hace mucho habría vendido un riñón. Y saber que al cajero de las calatistas limeñas, Cromwell Gálvez, le cobró $10,000 dolares por hacer un videillo travieso acompañado del primo de este regordete hijo de puta suertudo; eso reforzó mi deseo de haber sido proxeneta en vez de conductor, pero además enterarme que entregaba su sexo a cambio de "Cloro", eso me hizo anhelar haber sido el más grande narco de Lima city. 

Y es que cuántos pajazos han llevado su nombre, cuántos litros de simiente han sido derramadas sobre las paredes del baño y cuántas compañeras de placer habrán llevado el rostro y cuerpo de Evita en nuestras mentes cada vez que navegabamos sobre el cuerpo de alguna de ellas. Y claro, no han faltado las sotanas pederastas y los calzones flojos que han bramado por excomunión para esta protegida de Ishtar. Como diría esta digna representante del business son business: 

"Cada quien hace de su poto un carnaval" (Eva María dixit)

Y eso para que vean que en tiempos de crisis debemos apoyar el producto nacional. Consume peruano.