(Nótese que el enviado de Belzebú que conducía la combi respectiva, le importaba un rábano los pasajeros, pues se paso como 10 minutos leyendo su "Trome", esperando que se llenara el vehículo satánico). Y mientras mi hígado estaba a punto de convertirse en mortadela por la espera, de los parlantes salió una canción que inmediatamente me transporto a mi infancia. Tanto tiempo que no oía a este grupazo y sobretodo esa voz de la que viví enamorado un buen tiempo.
Era Pintura Roja con la princesita Mily, y mi niñez recordó mi tío que nos daba propinas a mi hermano y a mí por demostrarle quien bailaba mejor estas canciones, los apagones, los coche bombas, los sinchis (grupo especial del ejercito para combatir a los terroristas), las huelgas, los toques de queda, las largas colas para comprar kerosene o pan. Que tiempos aquellos, eran mediados de los 80's y ya me estaban preparando para ver, odiar y acongojarme por como sería el mundo.
Después de mucho tiempo fui feliz viajando en transporte público. No diré si fueron mejores o peores esos tiempos, sólo puedo decir que fueron tan diferentes de ahora. La nostalgia invadió mi alma, tal vez será por eso que hoy quise que acabara el día de trabajo pronto.
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