Para eso, las empresas expoliadoras en cuestión, antes hicieron que estos muchachitos se apuntaran en una lista para ser los primeros elegidos de dios en obtener el juguetito de marras. Y claro, la gentita no quería estar fuera de esa lista, aunque no sepan a cuanto les venderían el pedazo de plástico ese y peor aún, el 80% de los inscritos ni siquiera sabe para que joraca sirve el codiciado objeto. Obvio, el punto es no quedar afuera para no ser considerado un cholochicheroignorantegrasa.
Me revientan estos giles que se alucinan seres omnipotentes por tener el juguete de moda. Por eso en señal de protesta he decidido botar mi celu, y aquel que se quiera comunicar conmigo, que lo haga por correo ¿el electrónico??.. ¿e-mail?... Las huevas, que lo hagan por cartas con estampillas, sellos y todas esas cosas.
1 comentario:
Cartas con estampillas, eso suena muy romantico, pero, antiguo. A veces quisiera haber vivido en esa época épistolar, pero, luego volteo a ver mi reproductor mp3 y digo: "ni madres"
Publicar un comentario